
Los estudios científicos sugieren que los protectores solares físicos (con filtros ultravioletas minerales) son ecológico y biodegradable. Sin embargo, hay dudas sobre la seguridad para la salud y el medioambiente de los protectores solares químicos (con filtros ultravioletas orgánico). En este artículo hablo sobre los estudios científicos llevado a cabo para determinar el efecto de las cremas solares sobre el medioambiente.
(También ver seguridad para la salud de los protectores solares físicos y químicos)
La oxibenzona y el octinoxato, usados como filtros ultravioletas en protectores solares químicos, dañan los corales marinos
Una quinta parte de los arrecifes de coral del mundo ya se han perdido o se han dañado gravemente, y un 35% adicional podría perderse en los próximos 10 a 40 años debido al efecto humano, entre ellos el calentamiento global. Por lo tanto, es de suma importancia que cosinderemos que productos usamos y cual será su impacto sobre el medioambiente.
Los protectores solares químicos, los cuales contiene filtros ultravioletas derivados del petróleo, son tóxicos para los ecosistemas marinos. En particular la oxibenzona y octinoxato matan a las algas que están en simbiosis con los corales marinos, de las cuales dependen para alimentarse y respirar. Es decir, hacen que el coral sea más susceptible al blanqueamiento o pérdida de las algas. Además, tienen otros efectos perjudiciales, ya que pueden aumentar la abundancia de virus, deformar las larvas de coral y dañar el éxito reproductivo de los corales.
Los filtros órganicos pueden llegar al mar directamente cuando nos bañamos, o indirectamente desde las plantas de tratamiento de aguas residuales. Desafortunadamente, los químicos y la silicona de las cremas solares no son biodegradables. Se acumulan en el mar impactando en los ecosistemas, e impactando en nuestra salud cuando consumimos productos del mar, o bebemos agua depurada. En estudios de laboratorio se ha visto que pueden afectar negativamente al sistema hormonal en modelos animales.
Hawái ha prohibido la venta de cremas solares que contengan oxibenzona y octinoxato
Basándose en los estudios científicos hasta la fecha, Hawái ha firmado un proyecto de ley que prohibirá la venta de cremas solares que contengan oxibenzona y octinoxato. Esta ley será efectiva desde principios de 2021. Otras áreas ricas en coral han seguido su ejemplo.
Los estudios científicos sugieren que los protectores solares físicos son ecológicos (no dañan los ecosistemas acuáticos)

El perjuicio de los llamados protectores solares químicos sobre el el medioambiente esta bien documentado. En cuanto a los protectores solares físicos (minerales), sabemos que son seguros para el organismo humano cuando se aplican en forma de crema, ya que NO pueden traspasar la barrera de la piel ¿pero cual es su efecto sobre los ecosistemas acuáticos?
El riesgo que suponen las cremas solares minerales sobre el medioambiente es controvertido, y se necesitan más estudios antes de sacar conclusiones definitivas. Sin embargo, todo parece indicar que son seguras también para la fauna y flora acuática. Debajo hablo sobre los estudios científicos que se han llevado a cabo.
La concentración de nanopartículas, procedentes de protectores solares físicos, es baja en el medioambiente
Los protectores solares físicos contienen filtros ultravioletas de partículas minerales. Estas se depositan sobre la piel y bloquean los rayos solares. Los minerales usados más comunmente son el óxido de zinc y el dióxido de titanio. Recientemente, es muy común usar la versión “NANO” de estos minerales, o nanopartículas (partículas minerales muy pequeñas), porque son mejores estéticamente (ver más sobre nanopartículas y su seguridad para la salud).
En los estudios sobre el efecto de las nanopartículas en ambientes acuáticos, la dificultad ha residido en poder diferenciar las nanopartículas de las partículas naturales, debido a que el óxido de zinc y el dióxido de titanio son minerales que se encuentran en la naturaleza. Sorteando estas dificultades, se ha estimado que la concentración de nanopartículas de óxido de zinc y dióxido de titanio encontradas en ambientes acuáticos es de 10 μg / L, que es muy baja.
En Austria se evaluó la concentración de nanopartículas de dióxido de titanio que estaban en suspensión en el lago Danubio (ver estudio). Se probaron varios métodos para poder identificar nanopartículas provenientes de protectores solares. Finalmente, por medio de microscopía electrónica, se pudo observar que las nanopartículas no permanecen suspendidas libremente en el agua durante un período prolongado de tiempo, sino que se agregan y caen en forma de sedimento. Se cree que el mismo proceso de sedimentación ocurre en el mar.
En conclusión, las partículas y nanopartículas de los protectores solares físicos tienden a sedimentar, sin afectar negativamente a la fauna o flora marina. Queda por ver cual sería su efecto si el uso de protectores solares físicos aumenta.
¿Qué efecto tienen las nanopartículas minerales de los protectores solares físicos sobre la fauna marina?

Varios estudios científicos han evaluado el riesgo que suponen las nanopartículas de óxido de zinc y el dióxido titanio para la fauna marina.
Para determinar su toxicidad, se extrajeron las nanopartículas de varios protectores solares físicos, y se expusieron embriones de pez cebra a diferentes concentraciones de las mismas (ver estudio).
El desarrollo de los embriones de pez cebra expuestos a concentraciones muy altas de óxido de zinc y dióxido de titanio mayores de 1 miligramo por litro (mg/L), fue anormal y también se observó un incremento de la mortalidad. Este efecto tóxico es debido al zinc, y no específicamente a las nanopartículas según concluye el estudio. Sin embargo, las concentraciones utilizas en el experimento son mucho más altas que la estimada en el medioambientales. Cuando se usaron concentraciones menores habituales en el medioambiente, no se observó ninguna alteración de la embriogénesis o supervivencia. Además, se determinó que las partículas de óxido de zinc no son tóxicas cuando están en forma de sedimento.
En otro estudio, el coral del Caribe (Montastraea faveolata) se expuso a nanopartículas de dióxido de titanio en concentraciones de 0.1 y 10 mg/L durante 17 días para comprender mejor el blanqueamiento de los arrecifes de coral. Durante el experimento, el coral perdió sus algas que culminó en el blanqueamiento; sin embargo, con el tiempo, se adaptó y recuperó.
La generación de radicales libres a partir de nanopartículas es improbable que ocurra
Se ha visto que una concentración bastante alta de nanopartículas (de 1-10 partes por millón) pueden generar radicales libres cuando se exponen a la luz solar. Los radicales libres son moléculas muy reactivas que pueden alterar las células y el material genético de las mismas.
La generación de radicales libres se puede medir con azul de metileno. Se ha observado que las nanopartículas de dióxido de titanio causan 10 veces más descomposición del azul de metileno que el óxido de zinc, y por tanto podrían suponer un mayor riesgo (ver estudio). Sin embargo, en un entorno natural, es poco probable que la luz solar llegue a la zona de sedimentos donde las nanopartículas se depositan. Además, la concentración de nanopartículas dióxido de titanio estimadas en el medio ambiente es de 10-100 μg/L, mucho menor que las concentraciones usadas en el experimento.
En conclusión, no parece probable que los filtros minerales tengan un afecto nocivo sobre la fauna y flora acuática. Se espera que nuevos estudios arrojen más luz sobre este tema. También, métodos más exactos de medición de nanopartículas, permitirán determinar su toxicidad ante un posible aumento en la concentración.
La manera mas sana y ecológica de protegernos del sol es permanecer en la sombra, usar sombrillas, ropa, gorro y gafas del sol. Y a la hora de elegir una crema solar ecológica y segura, esta debe contener filtros UV minerales en mayor medida.