Hay que destacar que el colágeno se puede obtener a través de la alimentación. Los tejidos conectivos de animales son ricos en colágeno, principalmente huesos y piel de animales como el pollo, la vaca, el cerdo, y el pescado. Por ejemplo, se pueden hacer caldos de huesos, consumir la gelatina del paté, o comer piel de cerdo o pollo asado. Si tenemos tiempo para cocinar, estas opciones pueden resultar más sanas, seguras y baratas que consumir suplementos.
El colágeno de los alimentos, es metabolizado en el tracto digestivo, y descompuesto en fragmentos más pequeños (péptidos) o en aminoácidos. Ambos pueden ser absorbidos hacia el torrente circulatorio que irriga los diferentes tejidos, huesos, piel, etc. Sin embargo, a medida que envejecemos la capacidad de metabolizar alimentos decrece, y podría ser conveniente obtenerlo a través de suplementos, si estos funcionan.